Una mañana fresca de Julio,mochila y pasear por el bosquecillo de Barañain en Navarra,siempre me sorprende la Naturaleza,sin plan ni meta alguna,sin pensamientos de observar algo diferente y mira por donde me encuentro con un juego maravilloso de dos adultos de oropéndola y un Juvenil persiguiéndose de un árbol a otro con ese peculiar chillido ronco y garrasposo,que belleza,tan esquivas,lo mas cercano fue una ocasión en la copa de un árbol a una distancia que parecía mas un punto amarillo que el propio ave y después paseo a Zolina y me dejo llevar por el trabajo laborioso de los gorriones Chillones alimentando a sus crías,amigas y amigos no hace falta buscar cosas raras,ni la mejor toma y ni siquiera lo que llamamos bimbos,solo hay que dejar que la naturaleza se manifieste y estar atentos a los mensajes,vereis como cualquier día es maravilloso,gracias por perder un minuto de vuestro tiempo.
OROPÉNDOLA
OROPÉNDOLA
OROPÉNDOLA
OROPÉNDOLA JUVENIL
OROPÉNDOLA JUVENIL
GORRIÓN CHILLÓN
GORRIÓN CHILLÓN
GORRIÓN CHILLÓN
GORRIÓN CHILLÓN
GORRIÓN CHILLÓN
GORRIÓN CHILLÓN
GORRIÓN CHILLÓN
GORRIÓN CHILLÓN
1 comentarios:
La última oropéndola, en Garganta de los Infiernos (Jerte): como rayos luminosos que atraviesen el robledal. Abrazos.
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